Jaime Lozano, director técnico de la Selección Nacional de México, inició la participación en Copa Oro con un triunfo holgado, para el que pidió mesura, ante una afición entregada que terminó coreando el Cielito Lindo.
“Ni cuando ganamos somos imbatibles, ni cuando perdemos somos los más malos, no todo en la vida depende de uno. Lo que sí depende de uno es dejar la vida en cada proyecto que toque participar. Estoy agradecido porque la gente y los jugadores se lo merecen, sé que no siempre vas a estar arriba también, por eso hay que tener mesura con este tipo de resultados”, expresó.
Lozano afirmó sentirse agradecido por la alegría que pudo brindarle a la afición mexicana, pero subrayó su intención de ser ecuánime.
“No estamos solos, estamos bien acompañados por la afición. Mucha gente viajó kilómetros para apoyarnos y ellos quieren que uno los represente dignamente”.
Lozano destacó que su equipo, por momentos, lució bien, aunque en tres días no se puede hacer todo brillantemente.
“Desde el silbatazo inicial el equipo salió convencido de lo que tenía que hacer, lo que más buscábamos era generar opciones de gol y así estaríamos más cerca de ganar el partido”.
El estratega resaltó la importancia de que los jugadores lo conozcan, en este nuevo comienzo que hoy comanda.
“El jugador nos conoce, sabe que tenemos un proceso, uno exitoso, y a pesar de que tuvimos muy poco tiempo, no se le puede olvidar tan fácilmente. Después lo emocional, la confianza, hay que provocarlo también”
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